La invisibilidad del Sr. Viskins
Cuento de viernes. Desde que fue arrojado a las plantas del jardín trasero por un ventarrón atípico del mes de julio, Gregorio Viskins ha permanecido oculto bajo las hojas del malvón. No se asoma aún cuando el bochorno de la canicula le haga sudar el cuerpo rollizo que ha camuflado para mejor protección. Redondo y de color verde brillante, parece ser un tronco más de la planta. Nadie humano lo ha visto, solo la tribu de hormigas sesentonas sabe que Gregorio existe y conocen del peligro que corren al estar junto a él, para eso han construido nuevas vías de acceso a su hogar situado a tres macetas de ahí. El Sr. Viskins no come hormigas pero uno nunca sabe mejor es mantenerse a prudente distancia, murmuran entre ellas. Bajo una hoja amarilla tiene su lecho mullido de tierra negra y hojas secas donde reposa el tiempo muerto. Sin mucho quehacer se dedica a limar sus uñas y a ver de soslayo al sol que por esos días ha estado muy flojo ya que no se ha asomado para nada. Siendo tiempo de ll